lunes, 27 de marzo de 2017

Reza alba


L
a mirada perdiera rumbo, desdibujando el horizonte en la salada, un segundo le bastara para entender las sombras en el marco lumínico del alba, acomodado en lecho arena mientras cubrían las estrellas los primeros guiños del astro monarca, recorriendo su alma cien veces seguidas las rimas quebradas por quien fuera su dama, amiga…Compañera…
“…Mecen llamas cual melena fuego de quien devuelve luminiscencia, agarrando un puñado de granulada quedo sin más aliento que llorarlo… Yacen posibles occisos que sigo amando, bellas estampas alegres vigorizando en mi mente al son tibio del recuerdo…La esperanza resulta falacia pues alcanzar requiere movimiento, y rezo pasados inmediatos que confundo con el ahora pena, puesto por amar recibí condena quedándome a merced del viento…Soy el olvido recordado, la hazaña imaginada o el beso nunca dado…No soy nada de lo que fuera…Un apartado que recuerda intentando dejar de lado aunque entregado a la efervescencia de la existencia…Pues ante todo, soy humano…”

P.D. El amor cuartea integrando complicados ingredientes en el guiso. Puede pecar de especias o pasarse con la sal. Todos hemos sido abandonados o abandonamos en alguna ocasión, fiel reflejo de la efervescencia vital a pesar del puritísimo social o protocolo impuesto.
Es complicado encontrar la pieza que encaje en el puzle del amor hasta el último suspiro, lo admito, puede que sea porque la mesa de la vida no para de bullir, no se está quieta.
A postreras, con la edad vas deshaciéndote del lastre personal hasta quedar totalmente desnudo a los 30, 40, 50… Es (bajo mi punto de vista) el momento oportuno para hallar la diosa…
Antes de convertirse en profesional hay que pasar la instrucción completa.
Del amargo al equilibrio para regresar con esta pirueta vital compartida; me despido no sin antes desearte de lo bueno lo mejor con un hasta entonces, hasta ahora.

©Dadelhos Pérez