Reprimenda (breve)
Hablan de los mansos
cual condenados, señalando en distancias medias las cortas que no compartieron
con ellos, en esa verborrea veneno que desquicia insultando inteligencias.
Los haraposos de las
casas sin techo, del frío combatido con plástico desecho, de hambre y miedo, de
silencios aletargados durante semanas por ignoro, al ser más invisibles que
cualquier perro de la misma condición que pulule por la maldición del que
ampara desolado, la soledad cual dueña y el pensamiento alimento durante el
trance extenuado que no conduce más que a la muerte.
A esos insensatos de lo
inmediato, amorales que sueltan de memoria lo aceptado socialmente y cambian si
el gobernante de turno ordena bajo falaz sugerencia.
A ellos me encaro sin
los miedos que les vence, pues un manso fuera guerrero perdiendo batallas donde
jamás amagó testa. Avasallado por las circunstancias en su delirio valeroso de
seguir luchando a muerte, hasta quedar varado en el lado ciego de la senda por
donde transitan invidentes sin taras.
No alcanzaréis jamás
sus cotas, el conocimiento pleno que albergan sobre la existencia al carecer de
lo que para vosotros es importante aun con padecimiento, aterrizando en el
convencimiento de que no necesitan tanto…
En vez de una
televisión de pantalla plana e inteligencia superior a la vuestra… Un libro…
Los mansos siempre lideraron las grandes batallas sin importar demasiado el
resultado… Derrocaron imperios y sentenciaron a todopoderosos con la valía del
entendimiento y la notable falta de los miedos que gobiernan a la gran mayoría,
ganándose el rango de locos perversos o ídolos del pueblo.
…O dicho con palabras
rebajadas a mentes inertes, conocer es llave para entender que produce síntomas
inmediatos enmudeciendo ante tanto desaliento.
P.D. Estoy hasta la
coronilla de los cortitos de mira que caminan cual nata, siendo efímera espuma
de cerveza que muere al segundo siguiente de rebosar el vaso tumba. Sólo pido
que usemos la cabeza, cosa imposible, cosa improbable y auténtica utopía.
Siempre hay oscuros en los claros por la gracia desgracia de los que
perseguimos la dignidad de cualquier ser vivo bajo la premisa de que es
idéntico… Sea humano, can, caballo o pulga… Todos estamos en el tablero de la
vida y todos moriremos tarde o temprano…. ¿Tanto cuesta respetarse entre
auténticos condenados?
®Dadelhos
Pérez (La ranura de la puerta) 2016
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