Agota el tiempo que
surca espacio más rápido que nunca, consumiendo la vida que anda condenada, muerta,
extinguida tras la idea fracasada de libertad para el pueblo. Mal camina mi
memoria inquieta ante el desenlace rotundo y sin peros, un segundo muerte engendrado
desde la vergüenza a manos de inocentes que culminarán el pecado, excusados
tras las órdenes dadas… Dios mío, cosa clara que yo mismo saboreé en demasiadas
ocasiones, observando el desfilar comparsa de los condenados al paredón de las
libertades que no lo fueron tanto tras la orden de fuego, de yerro…
Rima muere y verso nace
sin necesidad de papel en la capilla mentira o antesala perdición, mientras
escribo palabras a los míos que no están, al olvido que se acuerda, a lo vivido
que murió tras el estallido de la guerra… No es justo que bala sesgue
esperanzas de quienes intentaron equilibrar la balanza de la existencia, es mi pretexto
frente a las dudas que me visitan mientras suena el motor del camión
acercándose a la puerta en pro de mis ruinas…
“…Cien balas silbaran
en el vasto de batalla tras auténticos rugidos ideados, matando a diestros, zurdos,
amables y callados. Cien balas de muerte en la pendiente del que razón perdiera
en aras de la locura, cuando la guerra derramó sangres de hermanos, sesgó
madres afligidas, arruinó esperanza cría… Cien balas disparé a sangre fría y
sin remordimientos, convencido por la idea virada a la sinrazón vanagloriada
por uniformados idénticos, señalando al de enfrente cual diablo o abominación
cancerígena a extirpar de la tierra… Pobre fuera entonces mi conciencia que
golpea en mis adentros ristra de quebrantos, remordimiento, cuando orden
surcase tras el alto del vehículo abriéndose las puertas de la liberación,
cruzando con las manos en nuca y la mirada suelo hasta alcanzar el viejo
paredón del cementerio… Observar al adiestrado horizonte del hierro gélido y esperar
el justo monto por mis loquescos servicios prestados que mostraron mi peor
versión… Cien balas disparara contra cien desconocidos, cien paisanos, cien
vecinos o cien hermanos…Y una sola me concederá el perdón.”
P.D. Basado en la
guerra civil española y la locura que la desató (…) Para aquel que no lo sepa,
soy un republicano convencido que ve a la monarquía anticuada e inservible,
pero eso no significa que esté dispuesto a guerrear en pro de mis ideales con
pistola en mano. La guerra civil española mostró la realidad falta de
argumentos que todavía late en el seno de la sociedad, al seguir distorsionando
la verdad que la provocó dependiendo del color ideario de quien la
reinterpreta. La 2ª república aterrizó en el país tras el rotundo fracaso del
rey por acabar con el despotismo, es decir, bajo mi punto de vista Alfonso XIII
intentó solucionar las grandes desigualdades de aquella España a blanco y negro
fracasando por culpa de los de siempre (y no ahondaré más)
Sigo escuchando
auténticas barbaridades sobre los parcos años de vida de la segunda república,
atrocidades de quienes no se han dignado a informarse sobre el tema puesto
nuestra actual constitución es un calco de la prescripción de la segunda
república exceptuando los pros republicanos, con monarquía por medio…
No se puede acusar a un
sistema que hereda la bancarrota, los desmanes del sistema anterior, punto
número uno. Es evidente que no todo fueron luces en la república por lo ya
mencionado, pero los mayores avances se produjeron en ella (el voto de la
mujer, la inclusión de ésta en la política, el primer y único presidente que ha
tenido este país de clase obrera, Largo Caballero, y un dilatado etcétera que
deja a la altura del betún muchas de las democracias de la época) Es mentira
que la Unión Soviética apoyara a la república ya que no intervino hasta bien
entrada la guerra, los soviéticos no tuvieron nada que ver con el cambio de
sistema pese a que siga pululando la idea marxista de la república, la
consolidaron partidos de derechas e izquierdas de corte republicano mientras
los monárquicos apuntalaron un partido político con la única pretensión de
derrocar al régimen, cosa que culminaron cuando perdieron el poder tras las
célebres elecciones que auparon a las coaliciones de la izquierda, meses
después estalló la guerra. Como tampoco es verdad que los nazis apoyaran al
general Mola desde el primer momento, fueron los italianos los que pusieron los
cuartos para hacer realidad el levantamiento tras fallidas intentonas como la
del general Sanjurjo y su célebre insurrección de Sevilla, que fue el verdadero
inicio de la guerra civil provocando el alzamiento marxista neutralizado en
Barcelona y Oviedo meses después.
Mucho sigue coleteando
sin aclarar de una vez desde las instituciones la verdad de lo que ocurrió en
aquella etapa negra. He escuchado incluso que colocar una bandera republicana
sienta a algunos políticos en activo de nuestro país cual provocación, algo que
me enerva. Admito la historia tal y conforme es, si una calle de cualquier
ciudad del reino lleva el nombre de cualquier fascista como el general Mola,
por ejemplo, no estoy por la labor de cambiarla pues forma parte de nuestra
historia. Así como tampoco debería nuestro país tener enterrada la etapa de la
segunda república al ser también parte de ella a pesar de los pesares. Dicho
esto, dejo a la consciencia de cada cual el aceptar la realidad de todas las
partes respetándola y dándola a conocer a los más jóvenes. A no ser que
queramos repetir el pecado, claro está.
Aprovecho para mencionar
un gran país que ayudó a la causa republicana desde el minuto uno (antes de la
guerra) enviando alimentos entre otros tantos necesarios y parece olvidado por
los trajines de los acontecimientos, desterrado de la historia. México
contribuyó en la revitalización de la España desolada y arruinada que heredó la
segunda república, hizo mucho más que los países “democráticos” como Francia o
Inglaterra. Quitando ideologías, creo que merece especial mención por la labor
ejercida en la etapa más gris de nuestro país.
®Dadelhos
Pérez (La ranura de la puerta) 2016
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