Composición Literaria (Artículo)
Sin duda existen muchas
fórmulas para elaborar cualquier argumento, desde la ortodoxa hasta la más
ensoñada a pesar de ir a contracorriente. La trama principal nunca lo es pese a
serlo, claramente dependiendo de la línea de trabajo que escojas, pero yo sigo
apostando por hacer hincapié en la psicología de los personajes que a la postre
son los que hacen posible la historia, sin tener en cuenta lo importante cual
epicentro de la novela porque no lo es.
Las pequeñas cosas constituyen
las más vastas, es ley, por tanto construir la psicología de éstos te ahorra
kilómetros de frases enfrascadas en descripciones insulsas al ser efectuadas
por el narrador, siempre y cuando éste no forme parte de la historia, aunque
también es válido hacerlo de ese modo, vamos, ortodoxamente.
Prefiero jugar con la
visión de mis protagonistas describiendo el escenario tantas veces como sea
necesario bajo la mirada diferente de los diferentes que componen la historia.
Es decir, lo que uno ve de color rosa el otro lo describe como rojo; evitando
en todo momento la intervención neutra del narrador al dejar el argumento en manos
de los componentes de la ficción, como la vida misma. Eso no quita que interceda
de vez en cuando dando pinceladas necesarias con el fin de agilizar la lectura.
Contar una historia
desde un único punto de vista se convierte en aburrida línea recta, puede que
tu trama siga los quehaceres de un inspector de policía, por ejemplo, y te veas
obligado a ir demasiado paralelo al argumento. Siempre tienes a tu disposición
los diferentes actores que se cruzan con el protagonista para evitar cansar al
lector, romper la estructura del escenario, acción, etc. Y jugar con las visiones
particulares de los segundarios cambiando la narración de tercera persona a
primera, las opciones son múltiples como seguro sabrás.
Lo primero es tener
claro como construirás la narrativa de tu obra, es decir, cómo contarla.
Existen tantas opciones como personas habitan el planeta pero me centraré en
dos, la básica y la adictiva. Supongo que muchos sabréis de qué estoy hablando
aunque para muestra un botón, a diferencia de terceros. Nuestra protagonista se
llama Luisa, el escenario será un desván y la acción el hallazgo de una cómoda,
¿os parece bien? Pues adelante con el ejemplo…
“Rinde glorias
amenizando recuerdos olvidados cuando ascendió la escalinata hasta la cara
vieja de la abatible, parca fusta con capa de pintura moribunda y pomo latón,
donde posó mano delicada para redescubrir las entrañas de sus primeras
vivencias, sin abandonar convulsiones animadas en su alma entregada aquellos
primeros años desde su presente otoño.
Tranco avanza por la
alabanza culto donde imperan las viejas que albearon nuevas en su niñez, la
mecedora enana que fuera gigante, el caballo balancín con el que recorrió
distancias sin avanzar milímetro, los cuadros, el viejo armario desarmado… Y la
pequeña cómoda que reinaba en la misma entrada alcoba de su abuela, ahora olvidada
entre décadas de polvo y telarañas...” (Ten en cuenta que esta narrativa no es
apta para todos los públicos, es decir, limita tus posibilidades de venta.)
Ahora entramos en la
narración básica omitiendo estilos, neutra…
“No pudo evitar subir
las escaleras y colarse en el viejo desván, aquel lugar que siempre la insufló
cierto respeto por culpa de las historias terroríficas que le contaba su abuela
y ahora sonaban cual inocencias alejadas de males, pues lo malo amaneció en la
tragedia por la pérdida de sus seres queridos, de su antecesora.
Viera los muebles que
poblaron las nobles de la casa, el balancín de sus niños juegos o la mecedora
donde sentada se balanceaba escuchando las historias mencionadas… Hasta divisar
la vieja cómoda.” (Es inevitable imponer cierto estilo pero camina dentro del
amplio espectro de cara al gran público, eso sí, no goza de excesiva riqueza
literaria, resultando sobria. Supongo que es el estilo que recomendaría pues
escribir quinientas páginas con la narrativa anterior es un titánico esfuerzo
con parca recompensa.)
Presumo que es
suficiente como para comprender lo que intento trasmitiros…
Espero que os sirva y
no ofusque pues sólo pretendo ayudar desde mis claras limitaciones. Contaros
como procedo para componer mis creaciones. Pronto escribiré otro artículo al respecto
contestando vuestros interrogantes del blog, prefiero hacerlo así, publicando,
cuando vuestras cuestiones son idénticas, aunque ten claro que simplemente es
mi línea de trabajo no la santa biblia.
®Dadelhos
Pérez (La ranura de la puerta) 2016
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